miércoles, 21 de diciembre de 2011

Alicia (expulsada del país de las maravillas) - Bunbury

Los que lleváis tiempo siguiéndome sabéis que no soy muy amiga de estas fiestas. Tampoco quiero volver a ser pesada con el tema ni volver a insistir, pero ayer volvió en mí la sensación desagradable que en el fondo me producen, inmune e indiferente como estaba hasta este día. Y por una extraña razón mi buen humor de los pasados días luchaba contra una incipiente tristeza y melancolía de origen y razones desconocidas y difíciles de entender. Es por ello que de repente recordé una de las pocas poquísimas escasísimas canciones en español que me gustaron de adolescente, que en su momento me evocaba Navidad por todos lados, por ese toque mágico y sosegado que tiene, y que posiblemente conocí el último año en el que disfruté de verdad de estas fiestas, quizás el último año de inocencia.

Intento recordar cómo me sentía por entonces, me esfuerzo por recuperar esa ilusión, pero me doy cuenta de que es demasiado tarde. En algunos aspectos el crecimiento es irreversible, no hay vuelta atrás. Si algún día tengo hijos, quizás la recupere, nunca se sabe. Escucho la canción y, aunque me parece preciosa, una de las canciones de mi vida, y me traiga algunos recuerdos (buenos, agridulces y malos, de todo un poco; tal y como son los recuerdos de adolescencia), ya no la asocio como entonces, quizás una forma de protegerla de una posible manía.

Su responsable, Bunbury, es de esos músicos que no dejan indiferente a nadie. Procedente de la mitica banda Héroes del silencio, su carrera en solitario se ha caracterizado siempre por un intento de abarcar todo tipo de sonidos, de experimentar, de no quedarse quieto. Aunque siempre sus temas conserven la marca de la casa, sobretodo con esa voz tan característica, sus trabajos suenan casi siempre diferentes, aunque quizás últimamente se haya tranquilizado y haya vuelto a los orígenes. A mí personalmente lo que ha ido haciendo siempre me ha parecido bastante interesante, con canciones que me dejan igual pero muchas otras que me encantan, que pondría una y otra vez sin cansarme. El año 1997 sacaba "Radical sonora", su primer álbum en solitario, y en él se incluía esta canción, que forma parte sin duda de ese segundo grupo. Una canción que nunca me cansé de escuchar, que siempre me ha transmitido muchas cosas, y que al final siempre ha estado ahí.

2 comentarios:

  1. Perdiste la inocencia pero permaneció la sensibilidad. Quizás llegue el día en que tengas esas fechas como algo natural, puede que con la ilusión de aprovecharlas por vivir, o por sobrevivir junto a seres queridos. Bonita canción. Besets.

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  2. Qué razón tienes, Johnny. No sólo permaneció la sensibilidad, sinó que se vio aumentada a la décima potencia, provocando las sensaciones que hoy en día aún me provoca todo esto. Yo tengo esperanza en que algún día dejaré de verlo de esta manera, de verdad.

    Me alegro de que te guste la canción, es preciosa.

    Besets grans!!!

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